Más allá de las percepciones de quienes aseguran que el país se está hundiendo y que la economía está en un tránsito claro hacia el abismo, la gente común espera que la nueva Presidenta atienda otros asuntos que están en la agenda de sus prioridades: la salud, el desempleo, la corrupción y la pobreza.
Ciudad de México, 1 de octubre (SinEmbargo).- ¿Qué es lo que más le duele a México? ¿Por dónde tendría que empezar a trabajar la nueva presidenta de la República, Claudia Sheinbaum Pardo?
La gente común, la que en forma cotidiana enfrenta los problemas que afectan a la mayoría de la población, considera que el nuevo gobierno, que este martes 1 de octubre del 2024 asumió la responsabilidad de dirigir el destino de la República, debe atender tres problemas importantes: la inseguridad, con su enorme carga de impunidad y su cifra negra de delitos no denunciados o no investigados; la escasez de agua en diversas regiones del país y el aumento de los precios, que pone en riesgo la economía familiar.
Más allá de las percepciones de quienes aseguran que el país se está hundiendo y que la economía está en un tránsito claro hacia el abismo, la gente común espera que la nueva Presidenta atienda otros asuntos que están en la agenda de sus prioridades: la salud, el desempleo, la corrupción y la pobreza. Esto es lo que reflejan dos robustas encuestas realizadas por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), que mide el pulso del país a través de las percepciones de la gente.
La Encuesta Nacional de Victimización y Percepción Sobre Seguridad Pública (ENVIPE-2024), dada a conocer el jueves 19 de septiembre del 2024, compendia el punto de vista de 102 mil 287 personas entrevistadas en vivienda, cara a cara, en todo el país, durante marzo y abril del 2024. En tanto que la Encuesta Nacional de Calidad e Impacto Gubernamental (ENCIG) 2023, capta las preocupaciones de 46 mil personas entrevistadas entre el 30 de octubre y el 15 de diciembre del 2023, en 32 áreas metropolitanas de toda la República.
Para atender la principal preocupación de los mexicanos, la nueva presidenta tendrá en la Secretaría de Seguridad Pública a Omar Hamid García Harfuch , quien al frente de esa responsabilidad en la Ciudad de México, durante el mandataro de Sheinbaum Pardo como Jefa de Gobierno, entre 2018-2024, dio notables resultados en la reducción de los índices delitivos, haciendo mancuerna con la entonces Fiscal General de la capital del país, Ernestina Godoy Ramos, quien ahora se desempeñará como Consejera Jurídica de la Presidencia de la República, en tránsito hacia la Fiscalía General de la República que inevitablemente tendrá que dejar muy pronto el actual titular Alejandro Gertz Manero, severamente criticado por su ineficiencia y negligencia.
Esta fórmula García Harfuch-Godoy Ramos se coordinará con las secretarías de la Defensa Nacional, la Marina Armada de México y la Guardia Nacional, para combatir con mayor certeza y severidad al crimen organizado. García Harfuch será un secretario de Seguridad bien aceptado por las fuerzas armadas, pues tiene en su favor el antecedente de ser nieto del exsecretario de la Defensa Nacional Marcelino García Barragán, patriarca de una familia que durante décadas ha teniudo fuerte influencia en las fuerzas armadas.
Junto con la inseguridad, la República también es agobiada por la impunidad. El INEGI documenta en su Encuesta Nacional de Victimización y Percepción Sobre Seguridad Pública, que el 92 por ciento de los delitos que ocurren en el país no se denuncia o no se investigan, por causas atribuibles a la Fiscalía General de la República y a las fiscalías estatales.
Además de la escasez de agua, el nuevo gobierno tendrá que atender, por razones de salud pública, que el agua que se ofrezca como potable en el país sea de mayor calidad. La Encuesta Nacional de Calidad e Impacto Gubernamental refleja que apenas el 20.9 por ciento de los habitantes del país, en promedio, señala que se atrevería a tomar agua de la llave, sin riesgo de enfermarse.
Durante 2023 el 85 por ciento de usuarios de los servicios de salud estatales o del Instituto de Salud para el Bienestar (INSABI) refirió haber sido atendidos en instalaciones limpias y ordenadas. Pero sólo 58.1 por ciento se dijo satisfecho con los servicios de salud estatales o los ofrecidos por el ahora desaparecido Instituto de Salud para el Bienestar (INSABI). Con respecto a los servicios de salud proporcionados por el sistema IMSS-Bienestar, sólo el 57.9 por ciento se dijo satisfecho.
Las opiniones de la población son mucho más favorables en relación con la educación pública que proporciona el Estado. En 2023 el 71.3 por ciento de la población usuaria de los servicios de educación pública básica, en primaria, secundaria o bachillerato, se manifestó satisfecha. Con respecto a los servicios educativos públicos en el nivel universitario, el índice de satisfación de la población es del 81.6 por ciento.
La población en general tampoco comparte la visión catastrofista que algunos personajes públicos o medios de comunicación expresan con respecto a los servicios que ofrece la Comisión Federal de Electricidad. En 2023 el 93.2 por ciento de la población usuaria del suministro de energía eléctrica expresó que lo recibió de manera continua, sin apagones. Mientras que el 78 por ciento se dijo satisfecho con el servicio del suministro de energía eléctrica.
La percepción que la gente sigue teniendo con respecto a la corrupción es alta. Durante 2023, el porcentaje de percepción de las personas con respecto a que los actos de corrupción son frecuentes o muy frecuentes fue del 83.1 por ciento, promedio, en el ámbito nacional, aunque mostró una baja del 3 por ciento con respecto al 2021. Chiapas es el estado en donde el índice de percepción de corrupción es más alto, con el 88.3 por ciento. Y la cifra más baja la registra el estado de Querétaro.
El mal de la corrupción sigue enraizado en el ámbito público. Durante 2023 el trámite con mayor porcentaje de experiencia de corrupción fue el contacto con autoridades de seguridad pública. Para el 87.4 por ciento de la población la institución más confiable sigue siendo la familia. Y entre las instituciones menos confiables están los gobiernos municipales, los medios de comunicación y los gobiernos estatales. En el fondo del abismo de la desconfianza están los Partidos Políticos, los diputados federales y los senadores, así como los policías.
El índice de confianza en el gobierno federal que a partir de hoy encabeza Claudia Sheinbaum Pardo es del 59.1 por ciento. La entidad en la cual se expresó más confianza por el gobierno federal fue Guerrero, con el 77.9 por ciento y donde menos aprecio se le tiene a las instituciones federales es en Michoacán, con el 48.5 por ciento.
Las instituciones que despiertan más confianza en la población son la Marina-Armada de México, el Ejército y la Guardia Nacional. Con respecto a la administración de justicia, la confianza de la población en jueces y magistradfos llega apenas al 39.4 por ciento, en tanto que en los policías sólo confían 37 de cada cien personas.
Lo que hemos descrito es lo que más le duela a México, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía. Y las tareas de la nueva administración tendrá que centrarse en resolver esas calamidades, que son las que mayormente afectan a la población: inseguridad, impunidad, injusticia, escasez de agua y la carestía.